Escudo de Huamanga
Las leyes españolas que consideraban los vastos dominios coloniales de la Península como una prolongación del territorio 1 de la metrópoli, permitieron, sin embargo, que en todos ellos se establecieran ayuntamientos o cabildos, instituciones comunales, equivalentes en parte a las municipalidades republicanas, que prestaron utilísimos servicios a las secciones territoriales, grandes o pequeñas, en que ejercían no solo autoridad judicial y comunal, sino que intervenían en muchos asuntos de orden administrativo.
Una de las concesiones, inexplicables dado el absolutismo español, de que gozaban los Cabildos, era el uso de un escudo de armas distinto al de España, que simbolizaba la ciudad.
El de Huamanga fue concedido por Felipe II en mérito de la solicitud que dirigiera en 1564 don Juan Pantiel de Salinas, XVI Corregidor de su ayuntamiento Consiste ..."en campo de azul sobre el que se carga un castillo de oro, alusivo sin duda al vencimiento de la fortaleza o pucará situada cerca de la ciudad y por ser, además, plaza fuerte fronteriza contra los indios.
Sobre el escudo y en medio de nubes aparece el Agnus Dei, echado sobre el libro de siete sellos y llevando una bandera roja de dos puntas, con cruz de plata como es costumbre pintarlo, él alude indudablemente al simbólico cordero de San Juan Bautista, cuyo nombre se dio a la ciudad" (Párrafo del discurso del Dr. Enrique Gamarra, una autoridad americana en materia de heráldica, en Madrid el 21 de diciembre de 1929) Modelado en bronce se exhibe nuestro blasón en el salón de actos de la Municipalidad Provincial, tal como se lo describe en el párrafo precedente, desde el 28 de Julio de 1930. (José María Hernando- Revista Antara, N" 1, noviembre 1933 ).